Siguen sin gustarme las áreas de juegos infantiles de los restaurantes.

Con ganas de darnos un gustito, teníamos el domingo libre y decidimos buscar dónde ir a comer-cenar y que se me ocurre que fuéramos con el cachorro a un lugar que tuviera “área de juegos infantiles” para que se divirtiera y se cansara, así empezamos a pensar ¿dónde podríamos ir?, lo que se nos ocurrió fue uno de esos restaurantes de comida rápida que venden pollo, yo tenía ganas de la ensalada que venden allí, lo se… no es lo mejor, no es lo más sano,  etc., etc.
Después de buscar por la zona de Tlalpan o Vértiz, recordamos que conocemos uno en la Avenida Juárez y Paseo de la Reforma. Llegamos y el lugar estaba llenísimo, había muchos niños en el área de juegos, compramos el pollo y nos sentamos a comer, mi niño al principio se sintió cohibido por la cantidad de niños, pero pronto se animó  empezó a jugar.
A penas empezamos a comer cuando uno de los niños empezó a grita “esa niña ya se hizo de la pipí y mojó la resbaladilla”, se refería a una pequeña niñita de tres años o menos que efectivamente, se había hecho pipí y traía su ajustado pantaloncito de mezclilla mojado. Los niños mayores le estaba haciendo burla y empezaron a gritar “no se le acerquen” “se hizo pipí”, “huele a pipi”, eran niños mayorcillos entre  8 y 10 años, cabe mencionar que ninguno de los padre de esos niños se acercó, sólo el papá de uno de ellos se acercó cuando ya era hora de irse.
La niña al principio se desconcertó pero en su inocencia siguió jugando, al notar que los niños no se querían acercar empezó a gruñir como monstro y le divertía ver que los niños le “huían”.
Mi esposo y yo recordábamos que nunca nos habíamos sentado en una zona de juegos para niños, obviamente cuando éramos novios, ni pensar sentarnos por allí, ahora mi niño va a cumplir los tres años y la verdad nunca lo habíamos llevado a  una zona de juegos, si tocaba ir a algún restaurante, fondita o merendero, se quedaba en la silla alta y procurábamos que la comida fuera lo más rápida posible.
Dadas las circunstancias y con otra nena que va a cumplir un año, me parece que vamos a empezar a buscar más y por un buen rato, de estas zonas del terror; sí, mi hijo se divirtió en grande y no se quería bajar del juego; no sé si es en ese lugar en específico pero me hicieron recordar que ¡no me gustan las zonas de juegos infantiles! Sobre todo si no hay algún tipo de cumplimiento de mínimas reglas y supervisión, espero que la próxima vez sea una mejor experiencia, porque claro, habrá otras y muchas, que mis niños se diviertan es suficiente razón para aguantar un rato en un área de juegos infantiles.
¿A ustedes les gustan las áreas de juegos?
¿Dependiendo del tipo de restaurante es mejor la zona de juegos?
¿Conocen en la Ciudad de México una zona de juegos en algún restaurant bonita para niñitos peques como el mío?
Gracias por su lectura…

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