Ni con Dios ni con el Diablo


Es bien sabido que para muchas veces cuando somos madres sentimos que no hacemos bien las cosas, yo creo que no es sólo que lo sientas, a veces es verdad; finalmente algo pasó que te hizo tener la sensación de insatisfacción.

A mí me pasa muy seguido, he tenido fuertes problemas económicos desde hace unos años, lo que me ha traído muy estresada y ello repercute en los demás aspectos de mi vida, las apuraciones que esto me trae me hace descuidar ciertos aspectos de mi vida cotidiana, por ejemplo, estar distraída pensando en cómo conseguir dinero para ir medio pagando las tarjetas hace que olvide un recado para mi jefe o que se me olvide la maleta con las mudas y los baberos para la guardería de mi hijo, entonces por detalles pequeños o más  grandes como estos suelo sentirme tremendamente culpable al grado de pensar en dejar de trabajar porque siento que no puedo con tanto, no puedo seguir trabajando pretender ser la misma trabajadora, tratando de demostrar que a pesar de dos hijos sigo siendo una empleada confiable y eficiente y que puedo con la carga de trabajo que se presente aun cuando todavía tomo mi periodo de lactancia.

Pero también debo ser una madre dedicada, mi hijo debe ir limpio y con todo su material a la escuela, apoyarlo en su proceso de control de esfínteres, estar al pendiente de su salud y sus necesidades, sobrevivir a los “terribles dos” sin desesperarnos y guiarlo con amor.

Mi nena de cinco meses que aún no entra a la guardería se queda en casa con su nana, la nana a veces falta y es muy estricta con su horario, es una chica joven y obvio no va a retrasar su vida por quedarse a cuidar a mi niña unos minutos más, la nena está bien cuidada pero la chica no sabe nada de estimulación infantil y hay que enseñarle a la nana a ofrecer estimulación a la niña. Se nos pasó una dosis de vacunas pues entre lo demandante que es mi hijo, no nos dimos el tiempo de llevarla por sus vacunas, afortunadamente es una niña muy saludable.

Quisiera  ser una mejor esposa, desde que mi primer embarazo perdimos la “chispa”, mis constantes reclamos y discusiones están acabando con la mujer de la que él se enamoró y francamente yo misma a veces no me reconozco.

De esos días en que no estás bien “ni con Dios ni con el Diablo”, que no cumples al 100% ni en uno ni en otro lado, pero no puedes fallar, no puedes declinar, no puedes dejar ni una ni otra cosa, te tienes que levantar, como dice mi jefe: dejar al niño en el trabajo y desconectarte del “modo madre” y conectarte al “modo empleada”, salir del trabajo y volver a ponerte en “modo madre”, cargar pilas durante la noche procurando no pensar en los pendientes o las apuraciones y así día tras día.

Además de no descuidar a la familia, los padres, la suegra… en fin.

De momento siento que es mucho para una persona, pero aquí estoy, tratando de sobrellevar la situación, tratando de encontrar  respuestas, soluciones, tratos, seguir consejos…

¿Cómo haces tú para sobrellevar los malos días?

 

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